Inesperado. Increíble. No hay adjetivo que puede describir la desilusión de los jugadores Hispano F.C. luego de caer 4-0 frente a Pipousa F.C. Esta derrota hace que Hispano ya dependa de otros resultados para poder salir campeón, ya que Miami gano su partido y paso la fecha libre.
Hispano empezó siendo protagonista, pero se encontró con un rival reforzado, ya que el equipo que jugó el sábado jamás puede estar en la última posición. Los Hispanenses buscaban el gol, pero en una contra por la derecha de la defensa, el delantero saco un remate potente que no le dio chance a Misaña a poder reaccionar.
Arzúa estaba peleado consigo mismo y a su vez no armaba juego. Eso hacia que Hispano no encuentre los espacios necesarios. Los demás jugadores tampoco hacían pie y el final parecía irreversible.
En el complemento fue más de lo mismo, en una contra Pipousa puso el 2-0. Entraron Marenzi y Bravo y nada pudieron hacer. Las opciones se creaban pero el equipo estaba peleado con la red.
En una jugada desafortunada, Marenzi remato y el balón pego en el travesaño y de contra llego el 3-0 previo traspié de Misaña.
Sobre el final llego el 4-0 que decoro el resultado y definió un partido para el olvido. Tristeza y desolación fue lo que se vio en la cara de los Hispanenses.
Ahora el equipo tendrá que buscar tranquilidad y rezar para que Piratas le ganen a Miami, así poder recuperar la punta y las ilusiones de campeonar.
Hispano empezó siendo protagonista, pero se encontró con un rival reforzado, ya que el equipo que jugó el sábado jamás puede estar en la última posición. Los Hispanenses buscaban el gol, pero en una contra por la derecha de la defensa, el delantero saco un remate potente que no le dio chance a Misaña a poder reaccionar.
Arzúa estaba peleado consigo mismo y a su vez no armaba juego. Eso hacia que Hispano no encuentre los espacios necesarios. Los demás jugadores tampoco hacían pie y el final parecía irreversible.
En el complemento fue más de lo mismo, en una contra Pipousa puso el 2-0. Entraron Marenzi y Bravo y nada pudieron hacer. Las opciones se creaban pero el equipo estaba peleado con la red.
En una jugada desafortunada, Marenzi remato y el balón pego en el travesaño y de contra llego el 3-0 previo traspié de Misaña.
Sobre el final llego el 4-0 que decoro el resultado y definió un partido para el olvido. Tristeza y desolación fue lo que se vio en la cara de los Hispanenses.
Ahora el equipo tendrá que buscar tranquilidad y rezar para que Piratas le ganen a Miami, así poder recuperar la punta y las ilusiones de campeonar.
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